viernes, 29 de septiembre de 2006

El hule

Desde que las falsificaciones de Armani o Louis Vuitton cada vez son mejores y más difíciles de distinguir de sus respectivos originales, desde que cualquier paleta o FP electrónica, a la mínima, se gasta un audi, un bmw o un mercedes, desde que, en definitiva, no puedes distinguir ya a simple vista a la chusma de la gente realmente importante (salvo excepciones como el letrado gafasdepasta, que le rebosa el glamour por los poros) es necesario acudir a indicadores sociales fiables, de esos que no engañan.

Les propongo uno que es, en mi opinión, infalible. El hule. En España, los ricos gastan manteles (a veces, incluso de hilo) y la chusma hule. Yo no me había dado cuenta de esta falla interclases que separa de manera definitiva a los elegidos de los parias hasta que vi en Telemadrid a una señora, a la que luego, cuando participó en Gran Hermano, bautizaron como "la marquesa" én aquel invento llamado Intercambio de Esposas (si hubiese tenido blog entonces no duden de que las entradas se hubieran sucedido una tras otra hasta que retiraron el programa).

La tal marquesa me dió la clave. En cuanto llegó a la casa de la otra, vió el hule que había, lo quitó, lo dobló y lo guardó en un cajón diciendo (parezco un cura en plena consagración) "ale, lo guardo en este cajón, que será el cajón del hule".

La otra tampoco crean que quedó atrás. No aguantó ni medio día con el mantel y, en cuanto pudo, pidió dinero al marido que en eso el programita era de lo más tradicional) y se largó a comprar uno. Ya se pueden imaginar los gritos de la marquesa al volver a su casa después de una semana en casa de su homónima: "pero bueno!, ha cubierto esta mesa de nogal con un hule espantoso! pero dónde creía que estaba? que yo soy una señora y en mi casa no entran hules!". La otra pobre se volvió loca para encontrar el suyo. No le entraba en la cabeza que un hule pudiera tener cajón. Ahí lo tienen. El hule. La prueba definitiva.

Tengo que confesar que en mi casa había un hule. Tenía el mapa de España y Portugal impreso encima. Pero era el de España de verdad, no esta guarrería de Estado de las Autonomías. Tenía su León separado de su Castilla la Vieja con La Rioja y Cantabria incorporada y su Castilla La Nueva con Madrid y sin Albacete (alguien me puede explicar quién fue el listo que aceptó el trueque). Su Murcia interior y costera. Vamos, una España como Dios Manda. Por supuesto, no les cuento qué escudo español lucía.

Tu mirabas los puntos de las ciudades y el tamaño del nombre y sabías inmediatamente cuál era más importante. Así, por ejemplo, los delirios cantonalistas de Cartagena quedaban sin argumentos ante el punto gordo de Murcia o veías que, claramente, Madrid era la capital de España. En casa de unos amigos de mis padres tenían la versión constitucional del mismo hule. Pero no era lo mismo. No tenía yugo ni flechas y Madrid se había emancipado.

El hule era de tela forrada en plástico por una cara, la del mapa. Así, si se te caía agua sobre Soria, podías recogerla antes de que quedara impregnada en EsPÁña. Era divertido extender una mancha de tomate frito (que el ketchup jamás entró en la cocina de casa) por toda la mancha, valga la redundancia. Luego llegaba mi madre enarbolando la bayeta vileda amarilla y dejaba el país limpio como una patena.

El hule tenía su propio sistema de recogida y almacenaje. En mi casa el hule se cuidaba. Con un palo de escoba se enrollaba, después de haberlo limpiado con la vileda y secado, que no se podía guardar húmedo, pues, como todo el mundo sabe, el agua acaba por comerse el plástico. Una vez convertido en canuto, se depositaba detrás de una puerta hasta la próxima vez. Si se rompía el palo, y alguna vez se rompió, se cambiaba por otro. Faltaría más.

Porque deben saber que si ustedes doblan un hule y lo guardan en cualquier cajón (al modo de la marquesa) como un vulgar mantel estarán comenzando a erosionarlo por los dobleces y, al final, de tanto estirar y doblar acabaría por romperse.

Después pasamos por esa fase intermedia hule-mantel. Sí, eso de poner el hule y encima el mantel para disimular. Pero eso es lo peor que se le puede hacer a un hule, aprovecharse de sus ventajas pero avergonzarse de él y querer taparlo. Ahora me arrepiento de ello. Si estamos a hules, estamos a hules. Y punto. Además, por aquellos entonces empezamos a doblar el hule para guardarlo con el mantel. Maaal.

Así estuvimos algún tiempo hasta que un día, no se sabe por qué, el hule se dobló definitivamente en cuatro y se metió en un cajón para no volver a salir más que para ir directo a la basura, todo agreietado y deshecho. Supongo que ascendimos socialmente o algo así. A mí me dió mucha pena que tiraran el hule. No sé, seguramente es una tontería pero prefiero mojar las madalenas o las tostadas en la leche sin miedo a que goteen en ese pequeño espacio de mantel que siempre queda entre el borde del plato de la taza y el final de la mesa. El hule me hizo acostumbrarme a no tener cuidado con eso y ahora es fácil saber en qué lado de la mesa como sólo con ver el mantel. A veces, ser pobre tiene esas pequeñas alegrías.

PD: Felicidades julius

miércoles, 27 de septiembre de 2006

vuelta al cole

Ya tengo el baby con la M de malcolm bordada por mi mamá, las ceras manley, el estuche de dos pisos con los carioca, la escuadra, el cartabón y el transportador de ángulos y me han comprado unos cuadernos rubio para que vaya practicando la caligrafía.
El cole está muy bien, aunque alguos compañeros hablan raro y dicen cosas como fail, catanpeis, claiensanmarques. Bueno, será cuestión de acostumbrarse.
Lo malo es que el viernes tenemos sarao, espero que no sea como el del otro cole que ya les conté.
volveré por aquí en los recreos mientras me como el bollycao.

viernes, 22 de septiembre de 2006

Trabajo 3.0

Pero bueno! dejo esto un par de semanas y cuando vuelvo me encuentro que el intruso ese de alter ego les ha contado no sé qué milonga de que si él es yo, pero yo no soy él, aunque soy como él, sin ser yo. Será cretino... Hagan el favor de no hacerle demasiado caso. No está bien de la cabeza. Se lo digo yo que soy su médico. Luego no digan que no les he avisado.

Bueno, pues ya está. Después de un par de semanas de intrigas, idas y venidas, ya les puedo contar que el viernes pasado desinstalé la aplicación Trabajo 2.0, que me había cansado un poco, y me he hecho con la versión 3.0. Por tercera vez en poco menos de dos años, me vuelvo a cambiar de entorno de trabajo. Les cuento:

La primera versión que instalé era una versión beta de pruebas. Junior 0.97b Sevilla se llamaba (creo que el nombre técnico era contrato en prácticas). Le había cargado todos los módulos y nos la soltaron para ver qué tal iba. No estaba mal del todo, aunque algunos módulos funcionaban de manera peculiar. Prolongación de Jornada Sin Pagar Horas Extras se activaba demasiado a menudo (tanto que algunos piensan que era la opción por defecto) y el de Sueldos se había quedado a medio compilar. Sólo llegaba hasta el 719 euros, no pasaba de ahí. También tenía problemas la aplicación con el menú Reparto de Tareas y con el Asunción de Responsabilidades. Vamos que parecía windows XP, muy bonito, con un nombre sonoro pero cuando te ponías a trastear veías que la cosa fallaba demasiado. En tres años y pico con ella, conseguí hacerme con algunos trucos, parches y tal, de forma que mi vida mejoró, pero solo relativamente.

Hace 20 meses actualicé a la versión 1.7 Live!. Era básicamente la misma herramienta. De hecho el nombre era el mismo. En mi caso, el cambio consistió en que me actualizaron con Traslado a Madrid y corrigieron algunos bugs en el módulo de Sueldos. Sin embargo, por alguna razón que desconozco, al actualizar se modificó, sin previo aviso, el plugin de Prolongación de Jornadas, cambiándose por el de Salida a Horas Intempestivas.

La 1.7 Live! tenía la ventaja añadida que traía Vida en Pareja añadida, aunque también tenía una aplicación freeware muy útil llamada Comunícate con Notas con Ella 1.3.

Eso sí, siempre te contaban que si aguantabas así, te instalarían una versión más moderna en la que tú mismo podrías configurar los parámetros más comunes como Jornada, Salarios, Delegación, etc. No funcionó. Al final fue un poco Millenium Edition. Estuve esperando demasiado a que llegara y cuando vino, fue peor de lo que ya tenía. Me cansé de ella muy pronto, en cinco meses. Eso sí, cuando me ofrecieron cambiar a la versión 2.0 tuve mis dudas. Al fin y al cabo después de 4 años con ella me daba pena borrarla del disco duro y todo eso. Pero cambié. Había que probar.

La nueva versión no tenía nada que ver con las anteriores. Cómoda, segura, fiable, sin problemas. Sin demasiados extras ni florituras. Se podría decir que tenía otra filosofía, mucho más tranquila. Con pocas cosas, pero que funcionaban razonablemente. Eso sí, tenía algunos módulos como el Jefes 1.43 que tenía defectos importantes y algunos add-ons como los de Promociones Profesionales o de Sueldos que estaban poco desarrollados. Además, el Jornada de Trabajo, principal reclamo de esta aplicación, no resultaba tan ventajoso como parecía. Entraba en conflictos con Jefes 1.43, que terminaba imponía sus rutinas.

Tenía sus cosas buenas como que me permitió instalar majaderos 1.0, pude deshacerme del Comunícate con Notas y, sobre todo, actualicé a Buena Salud Mental 5.32. Pero qué quieren, no terminaba de convencerme. Además, últimamente iba demasiado lenta, se atascaba y por más que reiniciaba o buscaba actualizaciones no conseguía arreglarlo. Además, se me coló algún virus como Burocracia Excesiva o Ausencia de Novedades.

Así que me han ofrecido que pruebe Trabajo 3.0 y allá voy. El lunes empezaré.

Se parece bastante a las versiones 1.0 y 1.7, de hecho comparte bastantes rutinas, pero, según parece, han perfeccionado los módulos ariscos. Y sobre todo han instalado el de Proyecto Nuevo, Equipo a cargo, y Auto organización del Tiempo. Me han dicho además que es como Linux, al principio tardas en hacerte con ello y tienes que esforzarte un poco pero que, pasados un par de meses, ya puedes ser el administrador del sistema. Supongo que se quedará colgado alguna vez y que algun fallo escondido espera pero lo bueno que tiene es que los fallos y los aciertos los manejaré yo, con mis decisiones.

Lo que sí les digo es que Majaderos 1.0 sigue activo y que seguirá. Me he asegurado que desde la mesa de puerta de mi nueva consulta no se vea la pantalla del ordenador. Intentaré que la periodicidad sea parecida ahora. Mientras tanto, sean buenos y lean cosas de provecho.

martes, 19 de septiembre de 2006

Alter ego

Buenas tardes, ¿hay alguien?... veo que no. Aprovecho que el Dr. parece que ha dejado esto un poco abandonado para colarme por aqui y contarles algunas cosas.

Lo primero presentarme: No soy el Dr. Malcolm a
unque yo soy el Dr. Malcolm. Eso sí, no se me confundan, el Dr. Malcolm no soy yo. Vaya lío, ¿no? Me explico.

Resulta que el Dr. Malcolm es un tipo que se parece mucho a mí (aunque alguien me llamó echanove el otro día), trabaja en el mismo sitio que yo (dejaré que él les cuente lo de las novedades laborales, que sé que están esperando). Incluso le gustan las mismas cosas que a mí. Le pasan historias parecidas a las mías aunque las suyas son más divertidas, más adornadas, podríamos decir. Sin embargo, somos distintos. Él (dice que) es Doctor. Yo ni lo digo ni lo soy. Tampoco me llamo malcolm (ni ganas, la verdad).

También nos distinguimos en nuestras amistades. Tengo unos cuantos amigos que no saben que Malcolm existe. Son amigos off-line. Tampoco muchos. Algunos ignoran dónde está la consulta por la simple razón de que no les he hablado nunca de ella. Se puede decir que no ha surgido la ocasión. Son amigos poco amigos de la web. Sí, el google, el yahoo mail, el messenger y poco más (o no. A lo mejor alguno también tiene su propio dr. malcolm y no me ha hablado de él. Puede ser). Además son amigos para los que debo ser como el Guadiana. Me ven de pascuas a ramos, aparezco de repente, prometo llamarles, hablar con ellos, pero luego paso meses sin dar señales de vida. Son amigos lejanos (en tiempo y espacio). Aunque alguno estuvo cerca alguna vez, ahora varias blogsferas nos separan. Sé que no está bien y que debo cambiar. De hecho, el Doctor me está ayudando.

Hasta hace bien poco, mi padre (que no es mi amigo, no se vayan a pensar que yo soy uno de esos modernos) desconocía la existencia de la consulta. No por ocultación. Tal vez por pudor. No sé. Ahora ya lo hace aunque no sé si me lee. El sitiómetro no arroja luz sobre eso. Mi madre, sin embargo, desconoce a mi alter ego. Creo que debería presentárselo. Le caería bien. Tal vez lo haga un día de estos.

Algunos de mis amigos conocen a Malcolm, vienen por aquí le (nos) dejan comentarios, me piden (a mí) que él escriba sobre esto o sobre aquello (como si yo pudiera hacer algo). Estos amigos son cercanos, muy cercanos, son mis amigos (por favor, absténganse de tararear a Amaral), no de Malcolm.

Pero lo más sorprendente en esta web social, 2.0 la llaman, son los amigos de Malcolm. El tío se las ha apañado para crear una parroquia fiel, que viene, pasa, comenta, apunta ideas, enlaza sus entradas, incluso algunos tienen en sus blogs enlaces hacia aquí (lo cual, aunque el Dr. no se lo diga, le llena de orgullo y emoción. A mí también). Esos son sus amigos (yo los considero también un poco míos, si me permiten el atrevimiento). Es algo que les agradezco, que hagan caso a ese aprendiz de doctor de nombre absurdo que regenta un sitio tan extraño llamado majaderos (¿a quién se le ocurriría ese nombre, por dios?).

Todo esto viene a cuento porque este fin de semana, beatriz (ella suele firmar así sus comentarios, y tiene un parecido más que razonable con otra que firma como dottoressa) y un servidor hemos estado visitando a unos amigos de esos que no conocen a malcolm. Y eso que sí saben que existe. Yo mismo se lo dije. Incluso llegaron a pasar por aquí, pero, según me confesaron, no lo entendieron mucho. Creo que ellos siguen prefiriendo al lucas de carne y hueso. Ese que desaparece prometiendo llamar y organizar viajes a, por ejemplo, almagro y luego no cumple su promesa. Está bien eso de que te recuerden por cómo eres. Sobre todo ahora que más veces de las que me gustaría me sorprendo a mí mismo en esa vida off-line, pensando como el Dr. malcolm, haciendo fotos a todo lo que huela a entrada o pensando textos más o menos ingeniosos sobre las cosas que me gustaría que me pasasen.

Bueno, que les dejo que oigo a malcolm enredar por ahí y no quiero que me pille aquí sentado. Seguramente él les contará todo eso de que ha cambiado de trabajo. Un último secreto: yo también he cambiado. Casualmente al mismo del doctor, pero no se lo digan a nadie.

jueves, 14 de septiembre de 2006

Doctor's moving

Tenía razón el Sr. GafasdePasta ayer, ultimamente actualizo poco. Espero sepan disculparme.
La única razón es que un cambio importante (otro más) se avecina. Estoy de mudanza laboral. La tercera vez en 20 meses. Ya les contaré algo más en cuanto tenga tiempo.

lunes, 11 de septiembre de 2006

Podría, pero no

No sé si se han fijado en qué día es hoy. Es el típico día que me cae un poco gordo porque todo el mundo habla de lo mismo. Las teles se dedican a decir que si el mundo es más inseguro, que si viajar se ha vuelto insoportable, que si esto, que si lo otro... Así que he decidido que, aunque podría, no voy a contarles qué hacía yo hace cinco años cuando lo de las torres gemelas.

Podría contarles que llevaba una semana trabajando (y viviendo) en Sevilla pero no lo haré. Incluso, si quisiera, que no quiero, podría escribir cómo, nada más comer, mi padre me llevó a la oficina en su coche con aire acondicionado porque aquel septiembre el calor infernal duró casi todo el mes.

Si alguien de aquella oficina pasase por aquí, les contaría que aquella tarde nadie trabajó y que nos pasamos el rato intentando conectar con páginas web que estaban colapsadas, aunque, afortunadamente para uds., eso no pasará porque en este blog sólo escribo yo (y alguna vez tb anamari, esperemos que siga haciéndolo).

Les podría decir que en los días siguientes al atentado nos reunieron hasta 3 veces a toda la oficina para asegurarnos que nuestro puesto de trabajo no corría peligro pero no lo haré. Incluso podría añadir que yo, con un sueldo de 120 mil pelas al mes (luego se convirtió en 719 euros, que es todavía más ridículo) por jornadas de 12 horas y un contrato en prácticas no me lo creí mucho, pero no se preocupen que les voy a ahorrar el cuento.

Además, el 11 de septiembre es una fecha llena de efemérides mucho más interesantes que todo eso. El Sr. León El Africano da buena cuenta de ellas.
Pues eso, que no les castigaré con mis recuerdos tontos de aquel día. Podría, pero no.

Que pasen un buen lunes.

viernes, 8 de septiembre de 2006

Wanted. Dead or Alive


WANTED. DEAD OR ALIVE.
REWARD. 3 GALLIFANTES.
No se fien de esa media sonrisa. Es un tipo peligroso.
Se hace pasar por doctor.

miércoles, 6 de septiembre de 2006

Tu vida en 65'

Dicen que cuando tienes un accidente o te golpeas en la cabeza suelen hacerte un escaner o algo de eso para ver si tienes algún derrame o cualquier cosa extraña. Aunque te encuentres bien. Aunque no te duela nada. Incluso a veces te dejan 24 horas en observación internado por si acaso. Y es que puede pasar que, aunque aparentemente uno esté bien, por dentro puede tener algo que, de repente, te provoque un derrame cerebral o que empiece a moverse y a causar hemorragias internas.
Esta película es un poco eso. Sales del cine pensando que vale, que qué bonita, está bien, los actores lo hacen bien y eso. Incluso piensas que le sobra algo, o que es mucha casualidad o que ... Sin embargo, el daño ya está hecho. Es cuestión de tiempo que algo que tienes dentro empiece a removerse. Al fin y al cabo es una peli sobre la muerte.
A mi me ha pasado que fui a verla el domingo y el lunes por la tarde la historia empezó a dar vueltas en la cabeza y, sobre todo, en las tripas. También yo, ¿a quién se le ocurre escuchar sin parar las canciones que tienen colgadas en la página oficial, ver el trailer, el making of y todo eso? (vale sigo sin hacer nada, pero, no se enfaden, todo va a cambiar, como la sexta. Ya les contaré) Resulta que, de repente, algo empezó a moverse y a acumularse un poco más abajo de la nuez. Cuando me quise dar cuenta, tenía un derrame emocional bastante intenso (perdónenme que me ponga tan íntimo pero bueno, ya saben, de vez en cuando no está de más). Y lo peor es que ha sido un golpe a traición. Casi un accidente. No se me asusten, que se me está pasando.
Yo había leido algo por ahí y mi padre me dijo que la había visto y le había gustado. "Aunque seguro que te gusta a tí más que a mí" fue su crítica. No sé cuánto le gustó a él pero ahora tengo que decirles que a mí me ha gustado mucho. A pesar de los efectos secundarios o, precisamente, por ellos.

Me gustó la historia, el guión, los actores, la ciudad, las casualidades. Y, sobre todo, Tamara Arias, desde ya mi favorita para llevarse el Goya a la actriz revelación. Si ayer hablábamos de una superproducción, hoy les dejo aquí está película pequeña pero inmensa por lo que tiene dentro.
No puedo ni quiero contarles mucho más. Tampoco es necesario. Si les apetece, vayan a verla. Pero dense prisa, si en Madrid solo está ya en un cine, ni me imagino por ahí (si no, siempre les quedará la mula, que me consta que la tiene).
Les dejo una de las canciones de la película para que vayan abriendo boca.



PD. Si no les pongo el enlace a la página de la peli es a propósito. Igual tienen la tentación de ver el making of y no se lo recomiendo. Cuentan demasiado. Incluso el tráiler muestra demasiado. Están avisados, ahora búsquenlo si quieren.

martes, 5 de septiembre de 2006

Alatriste

El viernes fui a ver Alatriste. Así. El día del estreno. Por una vez soy yo quien responde al “¿y qué tal está?¿merece la pena?” Si les interesa, sigan leyendo.

Les contaré algo: a la salida del cine, un niño gordo y repelente con gafas (vamos, un yo hace un huevo de años) decía “pues está muy bien hecha para ser española”. Le hubiera matado (aliviando así, seguramente, alguno de mis traumas infantiles, ya de paso). Desde luego que se pueden decir muchas cosas sobre la peli, algunas incluso justas.

Que sí. Que es larga. Vaaale, el acento de Viggo Mortensen es mejorable. Yo tampoco entiendo lo de Eduardo Noriega ni, sobre todo, lo de Eduard Fernández. ¿Que es gratuito? Desde luego que los pechos de Elena Anaya no aportan nada a la trama pero bueno, tampoco se lo quitan, ¿no? Todo lo que quieran. Pero de ahí a decir cosas como que había que leerse las cinco novelas y conocer la historia de España para entenderla o que se han gastado demasiado dinero en nada, tampoco.

De los libros de Pérez Reverte me he leído el primero seguro y creo que también el segundo. Ni siquiera lo recuerdo. Recuerdo que me gustó pero no me pregunten más. Y de historia de España, pues la de tercero de BUP es la última que estudié. Lo que recuerdo de aquello y lo que he ido leyendo erráticamente después es todo lo que puedo aportar. Y sin embargo la peli se entiende bien (mejor que Ocean’s Twelve, que vi el otro día y todavía no la pillo).

A mí me ha gustado la película. No es una peli de aventuras, ni de espadachines, tampoco “es del tipo El Zorro” como le dijo una señora a uno de los cuatro niños que estaban sentados detrás de mí, ni desde luego tampoco creo que sea para niños (de los cuatro de detrás, el mayor tendría unos 10 años).

Además lo de la publicidad de ser “la película más cara del cine español” le ha caído como una losa. Supongo que es como en las bodas. Al final, no se sabe bien cómo, todo el mundo sabe lo que cuesta el cubierto para que te estires en el regalo/donativo correspondiente. Y claro, cuando te pones el traje también un sábado y pagas 150 euros por cenar, esperas que la comida la haya preparado Subijana por lo menos y beberte un par de botellas de buen rioja. Así que luego, cuando te sirven un vinito del Penedés (o somontano en el mejor de los casos) y ves que la comida es normalita, claro, te enfadas y criticas. Porque criticar es muy fácil. Sacarle los fallos, los colores, los saltos de eje, los micrófonos que se ven por encima (en alatriste no los hay o, al menos no los vi, no se alarmen), todo eso es muy fácil. Y bastante español, no sé si me entienden.

Ahí está la principal virtud y, a la vez, su defecto. Es muy española. Como Torrente (toma ya comparación!), esta peli en el extranjero puede tener difícil encaje. Pero no por lo que se cuenta de la historia de España y la decadencia del Imperio sino por lo que de los españoles y lo español se dice. La imagen que tienen por ahí de nosotros no es la de peli. Tampoco es que todos seamos como alatriste o como el conde duque, pero hay rasgos, detalles, completamente españoles que no serán fáciles de entender por ahí (como también los hay en Almodóvar, no digamos en Berlanga o en otros).

En una cosa tenía razón el repelente-niño-vicente de la salida. Está muy bien hecha. Le lloverán goyas técnicos. De los artísticos, seguro que alguno. Ya he leido (creo que incluso el director ha hecho alusiones) sobre hipotéticos enfrentamientos entre Volver y Alatriste en los premios. Así somos los españoles. Buscando la gresca, el enfrentamiento, el conmigo o contra mí. Y eso es, en gran medida, lo que refleja Alatriste. Si les apetece, vayan a verla y no se fien de lo que les cuenten. Ni siquiera de lo que acaban de leer. Que lo disfruten.
PD. ¿he hablado ya de elena anaya? tiene un montón de números.

Este año...

Pues sí. Ya está aquí. El nuevo curso. La semana pasada fue de entrenamiento (lo siento por los que llevan más tiempo de vuelta y, sobre todo, por aquellos que todavía no se han ido). Volvimos despacito. Sin hacer mucho ruido, para que nadie se enterara. Incluso ayer fue todavía de entrenamiento.

Pero hoy ya va en serio. Si miras hacia atrás las vacaciones quedan lejos y por delante solo se ve venir un otoño que durará lo que tarde en llegar un invierno largo. No hay escapatoria. Es como cumplir 31 (joder, qué cerca está). Si miras para atrás ya no hay veintena cerca. Y hacia delante...

Es raro esto de empezar el año en el último tercio del año. Vicios del sistema educativo... no sé a ustedes pero a mí el calendario este me parece un poco puesto a contrapelo. Es un poco esquizofrénico eso de empezar dos veces el año. Tres, si eres chino. No sé. Igual si ajustásemos los calendarios, que septiembre fuera enero, por ejemplo. Aunque, claro, eso supondría que las nieves y los fríos serían en mayo y tampoco lo tengo tan claro.

Encima, llega septiembre y todos son planes nuevos para “este año”. Decimos “este año me apunto al gimnasio”, “esta año voy a ir al cine una vez a la semana”, “este año...”. Sin embargo son planes abocados al fracaso. “Este año” caduca en 4 meses. Lo que tarda en acabarse. Por eso, los planes del nuevo curso están abocados al más sonado de los fracasos.

Una vez leí que para adquirir el hábito de hacer algo hay que conseguir repetirlo al menos 12 días al mes, durante 3 meses seguidos. Qué quieren, empezando el lunes 4 de septiembre (que si, como este año, el mes de septiembre empieza en viernes, pues pierdes cuatro días), entre pitos y flautas, domingazos y demás, te plantas en el puente del pilar y, quien más quien menos, se toma dos o tres días; luego en seguida viene el de todos los santos y ale, sin comerlo ni beberlo, constitución e inmaculada mediante, estás delante de la tele con tus participaciones escuchando a los niños de san Ildefonso, has pagado una pasta por la matrícula especial de 3 meses por adelantado del gimnasio (es que hacían un 20% de descuento) y tus zapatillas de deporte languidecen en la taquilla desde el 7 de septiembre que fuiste a matricularte (no ibas a ir el mismo lunes) y, como era el primer día, pues solo fuiste a darte una sesión de spa.

Lo dicho. No se dejen engañar. No hagan planes ni propósitos ambiciosos en septiembre. Esperen a la lista de enero. Que en seguida llega el 1 de enero y tienen por delante 6 meses (con algunos puentes) para su nueva lista de propósitos: este año esto, este año lo otro. Esperen a año nuevo, resacosos, hasta las narices de la familia propia y las ajenas, y entonces dejen que su sentimiento de culpa por la enésima comilona se desfogue sobre un papel en blanco. Mientras, empiecen el curso despacito, con espíritu, pero sin planes o, como mucho, con planes asequibles. Ahí van los míos:

Salud, dinero y jamón.

lunes, 4 de septiembre de 2006

Diagnóstico Domingazo.

Ayer el domingazo fue terrible. Sí señores. El domingazo. Una enfermedad profesional (aún) no reconocida y que afecta al 100% de la población española mayor de 5 años.
¿Síntomas? piensen en cómo estaban ayer por la tarde. Pues todos esos y alguno más. Apatía, mala leche, un sueño terrible a las 20:30 horas (¿cómo me voy a acostar tan pronto?) que desaparece exactamente a la hora de meterse en la cama. La última vez que uno mira el despertador a eso de la 1.30 piensa "ya empiezo la semana jodido". Y encima este calor que no se termina de ir.

Eso es el domingazo.

¿El tratamiento? No desesperen pero no hay. Hay remedios paliativos, eso sí. Ir al videoclub, por ejemplo. Ayer había una cola antológica delante del cajero automático. Ya les digo, una epidemia esto del domingazo. Otras soluciones se las dejo a su creatividad.
El único remedio eficaz para el domingazo es el lunes. Según amanece, el domingazo desaparece. Eso sí, lo que lo sustituye es, seguramente, todavía peor pero, qué quieren, nadie dijo que la medicina fuese perfecta.
Feliz lunes, feliz semana, feliz rentrée, feliz lo que quieran. Sean buenos y no se olviden de visitar al Doctor.
PD. No voy a hablarles de lo del baloncesto de ayer. Aunque me lo pasé en grande no quiero que nadie me acuse de ventajista. En todo caso, como he leido por ahí; a ver si aprenden los del fútbol.

viernes, 1 de septiembre de 2006

Malcolm European Summer Tour 2006. Hoy: Luxemburgo (2)

Palacio Granducal

Antes de ir a Luxemburgo poco o nada sabía yo de este país. Vale, está en el corazón de Europa. Es la sede de varias instituciones europeas importantes. El secreto bancario es casi como el suizo. Y ya.
Más datos por ahí, ahí o ahí. Y una visión extremadamente negativa aquí. La verdad es que no es para tanto.
Resulta que un colgado en el siglo X plantó en lo alto de una roca un castillo y de ahí a ser la cuna de la Unión Europea todo uno. La ciudad es agradable, limpia, toda llena de árboles y jardines y con dos ríos al fondo de dos barrancos a lo Cuenca pero con más agua. Por lo demás, hay bancos, muchos bancos, y funcionarios. Muy bonito el barrio de Grund y sorprende un poco el barrio europeo con todos sus edificios modernos. Y todo, con el león rampante gran ducal por todas partes.
Algunas curiosidades: el 15% de su población lo forman inmigrantes portugueses; tienen un idioma propio (aunque también el francés es idioma oficial); no permitieron a Ikea instalarse en el territorio así que los suecos pusieron una tienda en bélgica, a 500 metros de la frontera (19 km del centro de la capital) y el mayor acontecimiento del año es la superfoya (schueberfouer, en leztemburgués), que es como la peraleda pero más grande, con salchichas en vez de pollos asados y vasos de cerveza de cristal (nadie los roba ni se rompen, increible) en vez de plástico.
Realmente no da para demasiado. Aunque tiene una ventaja. No se tienen remordimientos por no hacer nada. Además como llueve casi a diario, lo de pasear tampoco es una opción recomendable. Conclusión: días de descanso a manta.
Eso sí. Se pueden hacer dos o tres visitas a los alrededores que merecen la pena. Además, eso de visitar 4 países en 200 km tiene su punto. Si alguna vez tienen que ir por allí, no dejen de subir a la torre de la catedral de Aachen (Aquisgrán), de pasear por Trier (Treveris) o por Maastricht (Mastrique, como diría Lope).
Un par de sorpresas agradables sin salir del granducado. Una exposición sobre Chaplin muy buena en el cuarto sótano de un banco. Pues sí, la sala de exposiciones, llamada Am Tunnel, estaba bajo tierra, en varios pasillos que comunican los diferentes edificios del banco situados en varias manzanas. Daba un poco de miedo, la verdad.
Y otra exposición. En Clervaux. Procedente del MoMA, fue una muestra itinerante de fotos en los 50 que ahora tiene su sede permanente en el castillo de este pueblo. "The family of man". Si alguna vez les pilla cerca, no se la pierdan.
Y Luxemburgo da para poquito más. Si quieren ver las fotos, pasen a flickr y vean.
Mañana más.