pero, ¿ya es navidad?
El aluvión de trabajo propio de esta época del año primero y un apagón tecnológico propiciado por Telefónica y Orange en extraña armonía después me han privado de actualizar, a ustedes de soportarme y me han permitido no tener que justificar la sequía creativa que me azota.
Hoy, cuando la oficina está más vacía que ningún viernes, igual de pobre que esta mañana (era difícil cambiar esto porque, por primera vez en muchos años, no he jugado ni un duro a la lotería) y deseando que a uds. les hayan tocado todos los millones posibles, les dejo hasta nueva orden.
Coman todo el turrón que puedan, rechupeteen los huesos del cordero, la espina dorsal de la lubina, o lo que quiera que coman (canelones en día 26, por ejemplo). Beban en cantidades ingentes, a ser posible, buen vino, algo de cava, champán o burbujas cantosán, lo que prefieran. Sean buenos y ámense sin freno.
Son todos, aunque no lo parezcan, consejos médicos del Dr. Malcolm, contrastados con una base científica basada en la investigación y la experiencia fuera de toda duda razonable.
Feliz Navidad (si la celebran), Hannukah, solsticio de invierno, fiestas de San Demetrio, San Pancracio, o lo que les dé la gana celebrar, pero sean felices. Y el año que viene más.