jueves, 4 de septiembre de 2008
martes, 24 de junio de 2008
a defenderse tocan!
Receta dispensada por el Dr. Malcolm a las 5:24 p. m. 4 ya han pasado, el siguiente...
Etiquetas: amanece que no es poco, igualdad
viernes, 11 de abril de 2008
Publicar una entrada...
..cuando nadie se la espera, ni siquiera yo mismo. Cuando casi nadie pasa ya por aquí. Como hablar con uno mismo.
Ahora que el sitemeter dice que vienen por aquí 20 despistados al día, casi todos desde google buscando cosas raras, puede ser un buen momento para escribir.
Llevo una temporada de viajes que llena mi tarjeta iberia de puntos con la misma rapidez que agota mis ganas de decir nada. Eso es todo. Y eso que, gracias a uno de esos viajes, por ejemplo, pasé una tarde en Santiago jugando al Pro Evolution Soccer en un salón lleno de ventanas sobre los tejados de la catedral (por eso perdí casi todos los partidos. Bueno todos menos uno que empaté. Por las vistas, que despistan). Gracias a los dos, amigos.
Por lo demás, me he dedicado a ver series que les recomiendo:
- Heroes. Save the cheerleader, save the world.
- Flight of the Conchords: Band Meeting. Jemaine? Present!
- Coupling: Naked Susan, Naked Susan!
- New Amsterdam: esta no tiene frase todavía, pero mola igual.
- How I met Your Mother: Suit-up!
- DAmages: está ahora en el plus pero disfruten de glenn Close en versión original. Da miedo. Es real (Fi, tengo tu dvd con la serie esperando al delivery).
Veanlas. Es una orden! Hernan Casciari les dirá cómo hacerlo.
Y mientras, In treatment, Six feet under (por fín) y Fawlty Towers (me acaban de dejar los DVDs) esperan.
Ale, ya está. Una entrada. Tampoco era para tanto, la verdad.
No puedo prometer cúando habrá otra. Ni siquiera si la habrá.
Igual mi otro yo empieza a escribir por aquí. Tal vez. Quizá. Perhaps, perhaps, perhaps.
Receta dispensada por el Dr. Malcolm a las 10:46 a. m. 9 ya han pasado, el siguiente...
martes, 29 de enero de 2008
1998
Alberto me preguntó hace unos días qué hacía, dónde estaba yo en 1998. Como él dice, 1998 es un estado de ánimo (hace una década, que se dice pronto) por lo que no me responsabilizo de si bailo alguna fecha, lugar, persona o suceso, no necesariamente reales, de los que ahora les cuento (ya te digo Alberto que no, que por entonces aún no me había ido a vivir a Sevilla).
A lo que iba:
Para mí 1998 fue un año que empezó mal, con el cambio de compañero de habitación en la residencia en la que estudiaba. El que tenía tuvo la desagradable idea de acabar la carrera e irse y, en su lugar, vino un tipo extraño, que decía no saber cocinar pero la primera vez que le ví hacerlo estaba preparando paella; un tipo que se fue una semana cualquiera de marzo a Nueva York a ver a su novia de 17 años “porque a ella no le dejan viajar todavía sola por ser menor” sin decir nada en su casa, lo que descubrí cuando un día, mientras él estaba fuera, llamó su hermano y ante mi respuesta de “no está. Se ha ido de viaje a NY una semana”, el tipo dijo “Imposible”. Sólo pude añadir “bueno, al menos es lo que me dijo a mí”. Volvió al cabo de una semana con fotos de NY sí, pero en todas salía él o nadie. Pero ninguna chica, ni de 17 ni de más ni de menos.
Fue un año en que en 3 días de febrero decidí por mil razones que no explicaré, pedir una beca erasmus para el año siguiente, irme de la residencia, no irme de erasmus y otras cosas que no vienen a cuento.
El verano ni lo recuerdo (que me perdonen si hay aludidos), y después el inicio de 1998, del otro, el académico, me pilló en un piso compartido con 3 joyas (lo que había, dadas las circunstancias) lo suficientemente lejos de la universidad para no ir más que a la beca que tenía para pagarme uno o dos viajes a Bolonia para ir a ver a quien sí había decidido irse. Porque, Alberto, para mí 1998 es el año en que empecé a odiar, aunque sólo un poquito, Bolonia. De todas formas, es algo que se cura con el tiempo.
Un piso en el que no había orden ni limpieza; había poca disciplina y menos muebles; partidas de siete y media interminables a 25 pelas la apuesta y embutidos extremeños; no pocas drogas (en variedad y cantidad) aunque nada de lo que preocuparse (esto es para mis padres, no se vayan a pensar cosas raras) y alguna que otra fiesta. No estuvo nada mal vivir allí después de todo. 1998 se llevó el kadett blanco, al que una grúa esperó a la salida del garaje de aquella casa para llevarle al desguace después de que se fundiera la junta de la trócola, la culata y no sé cuántas piezas más.
Afortunadamente de todo eso hace ya 10 años (o 9, según se mire, que para mí todavía estoy en 2007. Al menos en parte).
Como dijo el otro: se abre la veda por si alguno quiere recordar. Pueden hacerlo aquí o en sus respectivas casas.
Receta dispensada por el Dr. Malcolm a las 1:27 p. m. 12 ya han pasado, el siguiente...