jueves, 4 de septiembre de 2008

Conclusión





Y con esto damos por concluida esta primera etapa de blog. A lo mejor volvemos algún día pero no prometo nada.

Saludos de su médico de cabecera

martes, 24 de junio de 2008

a defenderse tocan!

aquí estamos en pleno solsticio de verano y con la selección en semifinales. Así que me he dicho: "Malcolm, Podemos!!".
y ale, a escribir. "Hooooyyy: el españoooool"
Resulta que salen unos señores muy listos diciendo que hay que defender el español. Y entonces uno puede leer a la ministra. Tambien a alguien diciendo algo sensato. Bueno, y también esto, ese tono pseudo irónico políticamente correcto, mezclado con la condescencia pija-progre tan lamentable.
Y yo me pregunto: después de años viendo las películas, series, programas de la tele, doblados al español, estudiado la literatura española en español y, algunos, la literatura universal también en español, y de tener, a lo sumo, tres o cuatro horas semanales durante 8-10 años en el colegio/instituto de inglés, ¿podemos afirmar que somos bilingües?¿que hablamos inglés como holandeses o noruegos? En mi modesta opinión, no. No podemos.
Otra más: después de todo eso, ¿podemos afirmar que hablamos perfectamente español? ¿sin faltas de ortografía? ¿usando la sintaxis correcta en cada caso?. En mi modesta opinión, no. No podemos. A la vista está. No sé ustedes, pero yo recibo cada día entre 20 y 30 mails de trabajo diarios. Dos, a lo sumo tres, están bien escritos. Del resto, ni hablamos. Sólo diré que ójala las únicas faltas fueran la del uso lamentable del infinitivo por el imperativo. "Ves tú, ir vosotros" NO es el imperativo del verbo ir.
Entonces, ¿qué nos hace pensar que con el español recluido a tres o cuatro horas de clase, con toda la sociedad (o sus instituciones, medios, etc.) empleando otro idioma, el que sea, es suficiente para que no se deteriore?. No lo sé. Ni tan siquiera estoy seguro de que podamos afirmar que quienes vivan en esa inmersión vayan a ser capaces de emplear esa otra lengua correctamente. Si no hemos sido capaces de hacerlo con el castellano en 40 años de opresión franquista-lingüística...
¿Y si exigiéramos un nivel determinado de conocimientos de lengua española para hacer valer en cualquier parte de España títulos oficiales obtenidos o convalidades por cualquier institución del Estado? Si se lo exigimos a los extranjeros (que se lo digan al Cervantes) o si queremos hacer firmar contratos de integración a los inmigrantes, ¿por qué no?
en todo caso, como dicen por ahí: ellos lo eligen, así que ellos verán.
Y ahora, si es que todavía hay alguien por ahí, poneRme en los comentarios lo que se os ocurra (es una orden. En tiempo imperativo).

viernes, 11 de abril de 2008

Publicar una entrada...

..cuando nadie se la espera, ni siquiera yo mismo. Cuando casi nadie pasa ya por aquí. Como hablar con uno mismo.

Ahora que el sitemeter dice que vienen por aquí 20 despistados al día, casi todos desde google buscando cosas raras, puede ser un buen momento para escribir.

Llevo una temporada de viajes que llena mi tarjeta iberia de puntos con la misma rapidez que agota mis ganas de decir nada. Eso es todo. Y eso que, gracias a uno de esos viajes, por ejemplo, pasé una tarde en Santiago jugando al Pro Evolution Soccer en un salón lleno de ventanas sobre los tejados de la catedral (por eso perdí casi todos los partidos. Bueno todos menos uno que empaté. Por las vistas, que despistan). Gracias a los dos, amigos.

Por lo demás, me he dedicado a ver series que les recomiendo:

- Heroes. Save the cheerleader, save the world.
- Flight of the Conchords: Band Meeting. Jemaine? Present!
- Coupling: Naked Susan, Naked Susan!
- New Amsterdam: esta no tiene frase todavía, pero mola igual.
- How I met Your Mother: Suit-up!
- DAmages: está ahora en el plus pero disfruten de glenn Close en versión original. Da miedo. Es real (Fi, tengo tu dvd con la serie esperando al delivery).
Veanlas. Es una orden! Hernan Casciari les dirá cómo hacerlo.

Y mientras, In treatment, Six feet under (por fín) y Fawlty Towers (me acaban de dejar los DVDs) esperan.

Ale, ya está. Una entrada. Tampoco era para tanto, la verdad.
No puedo prometer cúando habrá otra. Ni siquiera si la habrá.

Igual mi otro yo empieza a escribir por aquí. Tal vez. Quizá. Perhaps, perhaps, perhaps.

martes, 29 de enero de 2008

1998

Fiel a mi cita trimestral, reabro por un rato la consulta para contarles algo.

Alberto me preguntó hace unos días qué hacía, dónde estaba yo en 1998. Como él dice, 1998 es un estado de ánimo (hace una década, que se dice pronto) por lo que no me responsabilizo de si bailo alguna fecha, lugar, persona o suceso, no necesariamente reales, de los que ahora les cuento (ya te digo Alberto que no, que por entonces aún no me había ido a vivir a Sevilla).

Pero antes de empezar, una aclaración más. Para mí, como para mucha más gente supongo, 1998 quiere decir dos cosas. No es sólo el periodo transcurrido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de ese año sino también, y yo diría que sobre todo, el periodo que va desde el 1 de septiembre de 1998 hasta el 1 de julio de 1999. Ya ven, hay un 1998 en mi cabeza que ocupa más tiempo (y espacio?) de 1999. Qué cosas. Consecuencias de aquellos planes de estudio y políticas educativas que ahora está tan de moda odiar o añorar a partes iguales, según, dicen, se sea de derechas o de izquierdas, respectivamente o no. En todo caso, esto es lo que, de ambos, merece ser recordado aquí.

A lo que iba:

Para mí 1998 fue un año que empezó mal, con el cambio de compañero de habitación en la residencia en la que estudiaba. El que tenía tuvo la desagradable idea de acabar la carrera e irse y, en su lugar, vino un tipo extraño, que decía no saber cocinar pero la primera vez que le ví hacerlo estaba preparando paella; un tipo que se fue una semana cualquiera de marzo a Nueva York a ver a su novia de 17 años “porque a ella no le dejan viajar todavía sola por ser menor” sin decir nada en su casa, lo que descubrí cuando un día, mientras él estaba fuera, llamó su hermano y ante mi respuesta de “no está. Se ha ido de viaje a NY una semana”, el tipo dijo “Imposible”. Sólo pude añadir “bueno, al menos es lo que me dijo a mí”. Volvió al cabo de una semana con fotos de NY sí, pero en todas salía él o nadie. Pero ninguna chica, ni de 17 ni de más ni de menos.
Fue un año en que en 3 días de febrero decidí por mil razones que no explicaré, pedir una beca erasmus para el año siguiente, irme de la residencia, no irme de erasmus y otras cosas que no vienen a cuento.

El verano ni lo recuerdo (que me perdonen si hay aludidos), y después el inicio de 1998, del otro, el académico, me pilló en un piso compartido con 3 joyas (lo que había, dadas las circunstancias) lo suficientemente lejos de la universidad para no ir más que a la beca que tenía para pagarme uno o dos viajes a Bolonia para ir a ver a quien sí había decidido irse. Porque, Alberto, para mí 1998 es el año en que empecé a odiar, aunque sólo un poquito, Bolonia. De todas formas, es algo que se cura con el tiempo.

Un piso en el que no había orden ni limpieza; había poca disciplina y menos muebles; partidas de siete y media interminables a 25 pelas la apuesta y embutidos extremeños; no pocas drogas (en variedad y cantidad) aunque nada de lo que preocuparse (esto es para mis padres, no se vayan a pensar cosas raras) y alguna que otra fiesta. No estuvo nada mal vivir allí después de todo. 1998 se llevó el kadett blanco, al que una grúa esperó a la salida del garaje de aquella casa para llevarle al desguace después de que se fundiera la junta de la trócola, la culata y no sé cuántas piezas más.
el último 1998, el que terminó en junio de 1999 me dejó el primer suspenso, una fianza sin devolver por parte de aquel casero hijodeputa que nos pilló de novatos (aunque les digo que las 25.000 pesetas de al época que no me devolvió no le dan para reparar alguno de los desperfectos que, antes de saber que no nos las devolvería, le hicimos a aquella casa) y otra mudanza en busca de otro piso con otros compañeros.

Afortunadamente de todo eso hace ya 10 años (o 9, según se mire, que para mí todavía estoy en 2007. Al menos en parte).

Como dijo el otro: se abre la veda por si alguno quiere recordar. Pueden hacerlo aquí o en sus respectivas casas.
Buenos días y hasta el mes que viene. O no.