jueves, 9 de marzo de 2006

Los libros ( y II )


La Sección que más me ha sorprendido ha sido Política. Por varias razones. Primero porque, una vez dentro de esa Sección, ya no había más criterios de catalogación. Los libros se disponen de una mesa rectangular bastante grande siguiendo el contorno y luego hay pilas de los ejemplares expuestos en el centro. En esta sección he encontrado a Pedro J. Ramírez, Arcadi Espada (¡?), Julián Marías (¡¡???!!), muchos libros sobre la yihad en España, España y la Yihad, los fundamentalismos en España, la España fundamentalista, el terror vivía en leganés, el 11M, uno del que se inflitró en un comando que quería matar al rey, Pío Moa y, adivínenlo, dos libros de César Vidal.

Justo en la mesa de al lado, está la sección de Historia. También con criterio geométrico, con libros alrededor del borde la mesa y pilas en el centro. En esta sección no he encontrado a Beevor, por poner uno (he pensado que habría una Sección sobre la guerra civil, pero no. Supongo que estaría agotado). He encontrado, eso sí, a Pío Moa y, por supuesto, a Cesar Vidal con un libro sobre los masones subtitulado “la historia de la sociedad secreta más poderosa del mundo”. Creo que es el eslabón perdido entre la mesa de la política y la mesa de la historia (mira que es prolífico el tío. Y entre tanto libro, dirige y presenta un programa de radio).
Respecto a la sección libros de viajes (recuerden no confundir con guías y mapas), el criterio es la ausencia de criterio. A pesar de que no están sobre una mesa sino en una estantería, ni siquiera aquí tenemos criterio alfabético, que parece que la estantería invita. Aquí encontramos a Marco Polo y su "Libro de las Maravillas", los de Javier Reverte, varios sobre lo bueno que es viajar a (la) India o a(l) Tíbet para reencontrarse con uno mismo, pero ni rastro, por ejemplo, de "El corazón de las tinieblas" de Conrad (tampoco lo he visto en otras secciones, aunque en honor a la verdad diré que no lo he buscado escrupulosamente) ni, siendo algo más pedantes, la Odisea. También aquí podría encajar el Quijote, si no fuera por la sección del Quijote está a la vuelta de la columna.
La Sección más increíble es la de los libros de bolsillo, formada por tantas subsecciones como ediciones o colecciones de bolsillo existen. A pesar de estar dispuestas todas en estanterías semejantes, sin embargo cada una tiene su propio criterio de ordenación.
Está Anagrama de bolsillo que se dispone alfabéticamente por apellidos de los autores. Será casualidad o no, pero quien manda en esta estantería es Capote Truman. Antes, están Auster Paul y Bolaño Roberto. Tampoco falta el insoportable Bukowsky (o como se escriba). Más allá están Dahl Roald (en su versión para adultos) Kerouac Jack y Houellebeq Michel. Casi al final también está Sebald, W.G. y su Austerlitz.
Luego está una colección llamada Punto de Lectura, de libros baratos pero de pésima calidad. Ordenados por temas. Tienen unos puntitos de colores según sea el tema del libro y luego por orden alfabético. Sólo he encontrado a Marías Javier y El hombre sentimental, una de sus primeras novelas que no debe (poder/querer) editar Alfaguara o él mismo por 5 euros. Para colmo los de novela negra tienen la portada de ese color y los cantos de las hojas en rojo, como sólo había visto algunos de Maigret (de Simenon, en realidad) y Camus en francés de mi padre de hace un montón de años. Seguro que destiñen (los de punto de lectura, claro). Lo que faltaba.
Para terminar diré que al menos tres colecciones de bolsillo (clásicos castalia, alianza y DEBOLS!LLO) están colocados por orden numérico de los volúmenes. Lo que hace conveniente y hasta imprescindible tener el catálogo de la colección para localizar el título buscado. Estaba allí colgado de una cuerda, medio roto, desgastado, doblado, sucio. Cualquiera se pone.
No lo he buscado demasiado pero no he encontrado ningún libro que hable de la bolsa con sencillez. Lástima, seguro que tiene que haber alguno bueno.
Actualización: he corregido el nombre y he añadido el link de Anthony Beevor (la entrada original decía Beever).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado el post, entrada o artículo, no sé cuál es el término adecuado. La foto también :-) Y creo que a Martín de Riquer no se le ha reconocido lo suficiente...

Dr. Malcolm dijo...

muchas gracias. También puedes llamarlo rollo.
de martín de riquer no puedo hablar pues no he tenido el gusto.
por cierto a las 10-35 sólo había dos personas leyendo el blog. Y una era yo...

Anónimo dijo...

me has pillado... ;-)

Anónimo dijo...

Bueno, eso es lo que tiene Anagrama. En caso de desesperación siempre puede uno mirar Anagrama Bolsillo y al menos no se agobia. ¿Y los de Valdemar los encontraste?