viernes, 5 de mayo de 2006

Políglota

Estamos buenos!. Ahora mi padre se ha empeñado en que sus hijos son políglotas. Y yo con estos pelos. Si él supiera.

El caso es que a mi padre, cuando se le mete una cosa en la cabeza, es (casi)imposible hacerle cambiar de opinión y mucho menos, como en este caso, hacerle ver que está en un error de dimensiones bíblicas (igual me he pasado, pero llevo queriendo poner esa expresión desde que abrí la consulta).

No me entiendan mal. No lo digo por mis hermanos, no, que ellos además, con eso de que han vivido un año en el extranjero, gozan de una presunción iuris tantum de su poliglotía (incluso, iuris et de iure, si me apuran). No, de mis hermanos no. Me refiero a mí. Conmigo, mi pobre padre ha fallado el tiro, ¡y de qué forma!.

Les cuento. Desde que tuve uso de razón mis padres me apuntaron a clases de inglés. Lo primero fue un sitio llamado Anglo Centre (menudo nombre). Yo tendría 10 años o así y teníamos un profesor medio hippy llamado Steve que nos ponía "blowin' in the wind" como listening y luego él tocaba la guitarra y nosotros cantábamos. Insisto, con 10 años. Para lo único que me sirvió es para recordar, todavía hoy, la letra de esa canción, pero ¿creen que entiendo el resto de canciones de dylan sin la letra delante? ni de coña. Esas clases duraron lo que duró la EGB. Fueron las únicas clases de inglés con cierta continuidad que he tenido en mi vida. Después vino el instituto, donde me dediqué a vivir de las rentas y la universidad.

En ella, como todo el mundo hablaba de lo importante que son los idiomas, me apunté a clases. Un cuatrimestre duré y ni siquiera me enseñaron otra canción de dylan ni de nadie.
Mi primer trabajo fue en una conocida multinacional (hoy desaparecida por cierto escándalo con una compañía eléctrica tejana) de cuyo nombre no quiero acordarme. Allí todo estaba en inglés. Y cuando digo todo, quiero decir TODO: desde el windows hasta la máquina del café. Allí no había archivadores, ni evaluaciones ni aumentos de sueldo. Eso sí, estaba lleno de binders, dos veces al año te comunicaban tu rating y, a la vista de los resultados, te decían tu increase.

Me acojoné y me apunté a clases en el curro. Venía una inglesita muy simpática que se llamaba Laura (léase Lora). Como estábamos en sevilla y allí son mu grasiosos, todo el mundo la llamaba Lora del Río (jajajajajajaja, qué ingenio, que me parto, cómo son estos sevillanos, qué chispa y salero). El nivel lo elegías tú. Así que pa chulo, yo y de cabeza al "advance". ¿como fue? Maaaal. En la primera clase, el que más sabía (según él, claro) se levantó a mitad de clase y dijo (en español, con exquisito acento sevillano): "ehtoy dormío, me via ponéuncafé". Y añadió (en inglés y mirando a Lora): "Do you coffee? o better tea?" (como diría mi abuela, la historia, no solo es verídica sino que además es real). Comprendí que ese nivel era demasiado para mí. Dejé de ir a clase. Hasta hoy. Y una cosa les voy a decir. Todavía está por llegar el día que tenga que usar el inglés en el trabajo (menos mal, por otra parte) luego no era tan importante, deduzco.

Con el francés no me ha ido mucho mejor. Lo estudié en el instituto, en un grupo de frikis llamados "los de doble idioma". Un estigma que aún me persigue. Ya se sabe, no éramos la clase más popular del instituto. Cuando el grupo se deshizo, en 3º de BUP, y nos mezclamos con la plebe en función de ciencias o letras, el shock cultural fue terrible. Menos mal que pudimos adaptarnos antes de morir aplastados por los "repetidores", esa fauna desconocida hasta entonces por nosotros. Incluso, un verano, me fue a un campamento en Francia donde se aprendía francés unos días y todo lo demás el resto. Lo que aprendí no lo puedo contar aquí, pero francés (en, todas sus aceptciones, para los peor pensados) nasti de plasti.

También lo intenté con el alemán. En la escuela de idiomas. Dos años. El primero bien porque la profesora era española y se la entendía. El segundo llegué, a duras penas, a Navidad. En los exámenes del primer trimestre saqué un 2 (no se me ha olvidado) y todavía deben estar esperando a que vaya a recoger las notas. Entendí que ese idioma no es para mí. Eso sí, en verano me fui a alemania, a un sitio llamado
Zwingenberg y conseguí (aún no sé cómo) que nos hicieran descuento de grupo en un autobús urbano (o eso, o el conductor se equivocó al hacer las cuentas).

En resumen, que mi pobre padre va por ahí diciendo alegremente que su hijo es políglota y lo único que sé es tararear blowin' in the wind, decir château de la valette y auf viedersehen (más o menos). Estoy jodido. Lo sé. Mi padre presumiendo por ahí de hijo políglota y ya ven cómo está el patio. Como decían en el anuncio: “Una solución quiero”.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

que recuerdos!! yo tb era del grupo de "francés optativo". Para mis padres soy pentalingüe así que estamos en lo mismo, yo creo que es algo típico. Luego te dan una cosa en alemán y te piden como quien no quiere la cosa que les digas qué pone.

Anónimo dijo...

Yo también tuve un profe que se llamaba Steve, pero nos ponía temas de Queen. La peña no pillaba una mierda, pero nos pasaba las cintas para copiarlas. Ese verano 1986 fui al concierto que dieron en el Miniestadi, mi primer concierto, la hostia. Tenía 14 tacos.

También curré en una empresa donde todo era en inglés. La empresa empezaba por A y acababa por n, y era prima hermana de la tuya. Un coñazo de empresa, duré dos meses. me despedí para irme a trabajar en una revista cobrando la mitad. Hoy me arrepiento de haber dejado ese curro. El periodismo llegó a resultar casi igual de aburrido y mucho más precario

Por cierto, te respondo a la pregunta que me hiciste hace unos días en un hilo de Pierrenodoyuna (El tema de las entradas de la final París): De los directivos del Barça no esperaba menos, aunque aquí los cabrones son los del RACC, que siempre me han parecido unos hijos de puta. Estos últimos tenín 6.000 entradas pa vender en exclusiva con un paquete de viaje que había que comprar sí o sí. Según ellos el sistema era transparente, pero yo tengo un colega que trabaja allí y me ha contao que todos los que curran en el RAC y era socios se habían hinchao a comprar entradas antes de que fueran puestas oficialmente a la venta. O sea, que si al final se colocaron 3.000 a la gente que hizo cola en el RACC, todavía fueron muchas


Malcom, un abrazo.

polako

Anónimo dijo...

la entrada ha estado muy bien, (qué rasioso ereh, hiho)pero sepa el respetado público que he visto a malcolm desenvolverse en inglé y en francé...
o igual era blowin'in the win y yo sin enterarme?!

Anónimo dijo...

Em... ¿dónde está la cámara oculta?

Mis padres me apuntaron a Inglés con 8 tiernos añitos (la cosa de tener hermanos mayores), en el instituto era uno de los 7 pringados de doble idioma, aprendí alemán unos años (en mi caso en el Goethe Institut: evidentemente, todo lo que sé decir en alemán es Goethe /guete/).... y también fui al Chateau de la Valette, donde tampoco conseguí que me enseñaran francés. Y del idioma no mucho, tampoco.

¿En qué año fuiste, si se me perdona el típico comentario de "anda qué casualidad!!"?

Dr. Malcolm dijo...

imanpas, ir al gueteinstitut ya tiene mérito.
al cható fui en 1990, te cagas que hace ya 16 añazosss, con la junta de calamidades de cájtilla la manjcha, et vous?

Anónimo dijo...

Yo también fui a La Valette. Supongo que era el año 90 o el 91. Era un intercambio con cierta pretensión temática sobre la obra de Julio Verne. Lo cierto es que entre contar historias de miedo en aquel bosque lleno de luciérnagas, intentar sobornar a la tendera del pueblo para que nos vendiera vino, y organizar coreografías sobre
20.000 leguas de viaje submarino, descubrí uno de los grandes veranos de mi vida. Supongo que estaba en fase muy experimental, pero lo recuerdo con verdadero cariño. Creo que hasta me enamoré... Fue tremendo...

Anónimo dijo...

Hola hola,
yo tambien estuve en el campamento del Chateau de la Valette, 3 veranitos... y dentro de lo malo, guardo un buen recuerdo. lo mismo nos conocemos y todo. Cuando fui yo era con lo de Castilla y Leon...en julio... saludos

Anónimo dijo...

Yo tambien estuve... en 1989